Juan Luis Guerra durante su actuación en el Royal Albert Hall de Londres. |
En República Dominicana la vorágine mediática nos pretende obligar a ver talento donde no hay
José Antonio Aybar F.
aybarjo@gmail.com
Juan Luis Guerra pasea por Europa la música dominicana con hidalguía y orgullo, mientras en lo local nos alimentamos con un “palito de coco”, auxiliado con el desgano de un “ánimo ánimo ánimo” que nos obliga a revisarnos como medios de difusión de una cultura musical apaleada por injerencias foráneas que nos arrastran a debatirnos entre lo insulso y lo banal.
La más reciente parada europea de Juan Luis fue anoche en Londres. Su tercera visita a esta nación, llenando a capacidad el famoso Royal Albert Hall, mientras los medios criollos se disputan la presencia de un pobre hombre preso de la voracidad de promotores que más que ofrecer arte buscan llenar sus arcas.
Miles de fanáticos disfrutaron de “AsondeGuerraTour” en este emblemático teatro del Reino Unido en el que han recalado los más grandes artistas de la música mundial, como los afamados Beatles, la banda inglesa de la que Guerra se ha identificado como uno de sus más fieles admiradores. Aquí la vorágine mediática nos pretende obligar a ver talento donde no hay.
Antes de pisar suelo inglés Juan Luis llevó su “AsondeGuerraTour” a París, Bruselas, Alemania y Holanda y este miércoles debutará en Israel.
Mientras aquí se movilizó medio país en busca del “cantor” de “palito de coco” y con la propuesta de una artista urbana de entregar 20 mil pesos a quien la acerque al más buscado, en “one, two, three, four, five” apareció.
Este miércoles Juan Luis Guerra actuará en Israel, nación en la que llega por primera vez, en un paso trascendental para la difusión de la música dominicana y aquí, el jueves, lloverá “maná” del cielo con la aparición en televisión de “Palito de coco”.
Y así de incomprensible son los caminos del entertainment. Mientras el mundo recibe con sed la riqueza cultural del merengue y la bachata a través del más completo cantautor dominicano, por aquí nos sorprenden los “fenómenos” de la incultura.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Bienvenido, te invitamos a dejar tu comentario. Eres libre de opinar, pero en el marco del respeto.