José Antonio Aybar F.
aybarjo@gmail.com
Ha generado un gran entusiasmo y ha sido aplaudida por la mayoría de los dominicanos la designación del cantautor y gestor cultural José Antonio Rodríguez al frente del ministerio de Cultura, función que el artista comenzará a ejercer en las próximas horas.
Como en todo, aparecerán los que no estén de acuerdo, y ese es el ejercicio democrático en una sociedad plural y abierta como la nuestra.
Rodríguez conoce muy bien las fortalezas y las debilidades del movimiento cultural dominicano y del ministerio que le ha sido encomentado por el presidente Danilo Medina.
En otras palabras, José Antonio sabe muy bien qué falta por hacer y cómo hacerlo.
Las críticas son buenas, porque son la mejor oportunidad para demostrar cuán equivocada puede estar la disidencia, a partir de una gestión que despeje las dudas con la puesta en práctica de un proyecto cultural revolucionario.
Y lo decimos porque desde hace muchos años venimos conversando con Rodríguez sobre cuál debe ser la política que realmente transforme el accionar cultural en República Dominicana.
Así como debemos darle un voto de confianza al presidente Danilo Medina, así debemos hacerlo con el nuevo ministro de Cultura, quien, como muy bien ha dicho en la entrevista que publicamos en la edición de hoy de Qué Pasa! en El Nacional, más que un ministro es un servidor público con todas las intenciones de poner en práctica la verdadera revolución cultural.
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