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| Amaury Sánchez al cierre del evento. |
El Festival de la Academia de Formación Artística de Amaury Sánchez (AFA),
arrancó las noches de viernes, sábado y domingo pasados, lágrimas
y esperanzas; forma parte de la celebración de su primer aniversario.
Amaury Sánchez acometió la tarea de fundar su AFA con el mismo estilo con que hace todo en la vida: con excelencia, exigencia para consigo mismo y para con quienes se aventuran a aceptar el desafío.
El resultado de ese quehacer es tener hoy, tras ver el Festival AFA 2011, el pasado fin de semana en la Sala Máximo Avilés Blonda, es que el musical dominicano tiene nada menos que su futuro, por las dos siguientes generaciones, asegurado.
Amaruy acometió una tarea que superaba la meta de “buscarse unos cuartos” (aun cuando tiene que cobrar legítimamente para mantener un proyecto de este nivel).
Lo que se vió anoche no fue el acto de graduación de unos estudiantes que acaban de pasar su prueba académica más exigente.
Lo que se vio anoche fue más que un espectáculo de teatro, música y danza que merecía más que el aplauso fervoroso y comprometido de cada padre y madre que, entusiasmados, observaban con optima de familia, a quien era parte de su ser, cuando actuaba en tablas.
Lo que se vio anoche fue más que el más lucido ceremonial de graduación académica cuando de musicales se trata.
El futuro del musical
Lo que ha hecho en realidad el maestro Amaury Sánchez es otorgarle a esta Patria de sus amores, tan injustamente golpeada de tantas ignominiosas maneras, tan agredida por la delincuencia, por el delirio del sinsentido, por la politiquería excesiva y que amenaza con recrudecer sus episodios.
En el fondo mismo de las intenciones de Sánchez radicaba la necesidad y el deseo de preparar técnica y artísticamente a quienes serán las figuras del género artístico más demandante, ese que reúne en sus salones a todos los demás: danza, teatro, mimo, canto.
Esas lágrimas…
La actuación de las niñas y solistas alcanzó momentos en los cuales las lágrimas ya no pudieron ser contenidas.
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| Escena de Anie. |
Y la emoción les permitió correr por más de una mejilla materna. Eran sus hijos. Eran sus hijos, como nunca antes los habían visto.
Era más que el paternalismo que conciente y la familiaridad que compromete. Era el nacer de artistas nuevos, frescos, atrevidos, conscientes de sus talentos, sonreídos, nerviosos en una que otra mirada.
Emoción expresada
Como era dable pensar, con tanto talento infantil y juvenil que por vez primera ascendía a un escenario, los nervios y la emoción estuvieron a flor de piel tanto de sus padres y de los mismos participantes en el espectáculo (que vuelven esta noche a escena con una cartelera distinta). Ninas que hacían sus primeros solos, dejaban nota un tanto sus nervios pero, al parecer, sus profesores les han dado una formación tal que les facilitada mantener sus actuaciones en el punto más alto. Algunos sólos infantiles y juveniles, llegaron a poner la piel como “carne de gallina”.
Los responsables
El equipo formador de la Academia está dirigido por Amaury Sánchez (director y profesor de Lectura Musical); Ameris Cepeda y Andres Weber (Canto); María Emilia García y Pablo Pérez (Expresión Corporal): Verónica López y Josué Guerrero (Teatro). (Escrito por: José Rafael Sosa (www.josersosa.blogspot.com)
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