LOS ANGELES. AP. Un grupo de fiscales tiene previsto revelar su caso contra el médico que Michael Jackson contrató para que velara por su salud durante sus ensayos para la gira que marcaría su regreso a los escenarios al tiempo que un juez determina si el doctor debe ir a juicio por la muerte del superastro.
Se anticipa que familiares y admiradores de Jackson asistan a la audiencia, que comienza el martes con declaraciones de la policía, un forense y expertos médicos sobre su investigación para determinar qué mató al cantante y si el doctor Conrad Murray es el responsable.
Pese al reporte de una autopsia que le atribuye el deceso a una intoxicación aguda de un poderoso anestésico en combinación con otros sedantes, las circunstancias de la muerte de Jackson son un misterio.
Los fiscales han sugerido que los abogados de Murray culparán a Jackson, argumentando que él pudo haberse inyectado a sí mismo la dosis fatal de propofol.
Pero es poco probable que ese asunto se plantee en un juicio.
Los custodios del patrimonio de Jackson seguirán la audiencia, que se enfocaría en el uso de barbitúricos del artista. Los albaceas han pasado el último año y medio desde su muerte puliendo la reputación musical de Jackson, intensificando recuerdos de su poder como superastro con el lanzamiento de la película ``This Is It'' y el álbum ``Michael''.
Las audiencias en la corte, que probablemente lleven a un prolongado juicio, podrían abrir puertas que preferirían mantener cerradas.
Para Murray, el caso es la prolongación de una pesadilla. Su trabajo soñado con Jackson por 150.000 dólares mensuales murió junto con el cantante el 25 de junio del 2009, y, para empeorar las cosas, está acusado de homicidio involuntario.
Los fiscales han reunido a 30 testigos que declararán en la audiencia preliminar ante el juez del Tribunal Superior Michael Pastor.
Murray, de 57 años, fue contratado para ayudar a Jackson a prepararse y acompañarlo en su gira europea ``This Is It'', pero el artista falleció en medio de los ensayos, y el médico está acusado de negligencia por haberle administrado propofol, que Jackson le exigió para dormir.
El cardiólogo de Houston, quien también tiene una clínica en Las Vegas, no sólo enfrenta hasta cuatro años de cárcel sino también la revocación de su licencia médica. Murray se ha declarado inocente; su abogado dice que nada de lo que él hizo pudo haber lastimado a Jackson.
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