El episodio de infección pulmonar de Sandro fue como "si le hubiera pasado un camión por encima", graficó su cardiólogo personal Sergio Perrone. El médico, que casi no duerme para controlar la salud del Gitano, confió a Clarín: "Hoy (por ayer) tuvimos que empezar de cero.
La recuperación será muy larga". Sandro tuvo ayer por la tarde un nuevo pico de fiebre, de 37,8°. Según el último parte, estaba estable con una lenta y progresiva evolución.
Mejor que el sábado, cuando fue sometido a una cirugía para limpiar la secreción acumulada en las cavidades pleurales y región peribronquial y resolver una nueva fístula bronquial, un pequeño orificio en la parte membranosa del bronquio izquierdo del donante, problema que ya había obligado a otra operación anterior.
Al final de la cirugía, se le practicó una traqueotomía, una incisión en la garganta para favorecer la asistencia respiratoria y permitir que sea alimentado por boca. De todos modos, Roberto Sánchez sigue en una sala de terapia intensiva y su condición es "crítica" y con "riesgo de vida", de acuerdo con el diagnóstico del director del hospital Italiano de Mendoza, Miguel Nicolás.
Ayer Sandro despertó de la anestesia después de su tercera cirugía postrasplante y, para sorpresa de sus médicos, respondió a todo el tratamiento con antibióticos para detener la infección que le provocó la bacteria intrahospitalaria que lo tiene a mal traer.
Pudo orinar, lo que indica que funcionaron sus riñones y pidió agua y comida.El desafío de los médicos es mantener su estabilidad hemodinámica y evitar que el germen, que aún sigue en sangre, se propague dentro del cuerpo.
"El riesgo de infección está latente", dijo su médico. Para evitar que esto ocurra, un equipo de infectólogos determinó la sensibilidad del germen. Durante la cirugía, se le hizo una debridación, una técnica por la que se separan colecciones en el tórax para eliminar la sustancia mucosa que es la que contiene el germen.
Los médicos dejaron trascender que Sandro volvió a comer ayer, aunque con dificultad. Le dieron una gelatina. Esto es importante porque desde hacía dos meses que no podía deglutir, ya que las últimas semanas en el Instituto del Diagnóstico fue alimentado por vía endovenosa y, después del trasplante, por vía nasogástrica. (http://www.clarin.com/)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Bienvenido, te invitamos a dejar tu comentario. Eres libre de opinar, pero en el marco del respeto.