El robo de las ideas

Es difícil cuando las ideas revolotean y el trabajo por atraparlas y plasmarlas es agotador, que de buenas a primeras buscando entre amigos y "amigos" blogueros nos topemos con la desagradable sorpresa de que esas ideas fueron copiadas y los créditos dejados en el zafacón del olvido.

Hay personas a las que le cuesta dar los créditos de las informaciones que plagian. Pero no se dan cuenta del ridículo que hacen ante quienes tienen por costumbre pasearse por las bitácoras para enterarse del abánico de informaciones que existen para disposición de todos.

Ya me he ido acostumbrado, aunque mentiría si niego que cuando me topo con una de esas informaciones que publico o que he visto publicadas en otros blogs amigos, siento una sensación de amargura, impotencia y desencanto ante el abuso de la idea robada. Porque cuando se copia una información, sin dar los créditos correspondientes se comete un acto de latrocinio.