El regreso de los apagones demuestra que el sistema eléctrico retornó al desorden que era común hace unos meses atrás.
En Santo Domingo Este la luz no se va, es que no llega. Megacentro, la plaza más grande del país, está a punto de sucumbir producto de la tanda de apagones que tiene en ascuas a los hogares y dueños de establecimientos comerciales.
El pasado sábado visitamos este centro comercial y lo vivido es una experiencia propia de una película humorística. La plaza parecía un arbolito navideño por el prende y apaga. En todos los negocios se formaron largas filas de personas en espera de poder pagar sus compras.
Las escaleras no funcionaban, tuvieron que ser apagadas y la planta de emergencia no quería entrar, producto del intenso trabajo a que es sometida debido a los largos apagones.
Ese día, sábado, un señor se quedó por casi 15 minutos atrapado en uno de los ascensores. Mientras que, un visitante a la plaza nos informó que esa tarde una de las escaleras eléctricas le fracturó las dos piernas a un joven cuando al pisar se quedó atrapado en una de las divisiones metálicas. Esto no pudo ser confirmado porque cuando consultamos a algunos encargados de negocios sobre la ubicación de la administración de la plaza ninguno pudo, o no quiso, ofrecernos la dirección.
Plaza Central, otro centro comercial ubicado en el Distrito Nacional, tuvo que cerrar sus puertas el pasado viernes a causa de una explosión en el panel de control de la electricidad y el aire acondicionado, que dejó un herido grave.
Los propietarios de establecimientos de esta plaza están con el grito al cielo y aseguran que todo este problema es debido a la intensa tanda de apagones que están recibiendo.
Algunos establecimientos abrieron sus puertas hoy, aunque otros continuaban cerrados.
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