El merengue no está en crisis, es el país

Los principales problemas que afectan al ritmo dominicano fueron debatidos en el primer Foro Encuentro de Merengueros celebrado el pasado martes, bajo el auspicio de Héctor Acosta “El Torito” 

José Antonio Aybar F. 

(aybarjo@gmai.com)

Héctor Acosta hizo un llamado a una adecuación de la tarifa de los merengueros con la realidad económica del país, Sergio Vargas puso el grito al cielo y aseguró que los músicos se están muriendo de hambre; mientras el Jeffry reclamó un porcentaje más alto en la difusión de la música criolla, el periodista José Tejada Gómez, ex presidente de Acroarte, aseguró que la prensa hace su aporte en el éxito o fracaso del merengue y el promotor artístico y sociólogo Cholo Brenes puso la tapa al pomo al sentenciar que la crisis no es del merengue, sino del país, e hizo un llamado ha despertar.

Este es el panorama presentado por algunos de los principales líderes del merengue y por quienes, desde otras áreas, inciden en la difusión y permanencia del ritmo dominicano, durante el primer Foro Encuentro de Merengueros auspiciado por el merenguero Héctor Acosta “El Torito”, este martes 12 en el salón Acuario del hotelBarceló (Antiguo Lina).

El encuentro, al que asistieron directores de orquestas, cantantes, músicos, promotores, periodistas, locutores y musicalizadores, sirvió de lupa para descubrir que el principal problema de la situación que atraviesa el ritmo dominicano es la desunión de los exponentes.

Michael Miguel Holguín, moderador del encuentro destacó que se está agotando la industria. “Antes una orquesta de primera tocaba entre 14 a 25 veces al mes, el músico podía vivir dignamente, pero entre los problemas está la ‘payola’, las discotecas y sus precios, que son variables a debatir, hay que potencializar la industria”.

El maestro Ramón Orlando Valoy, panelista junto a Dioni Fernández, opinó que el género no está atravesando ninguna crisis. “El mundo entero tiene una problemática, no creo que haya tal crisis con el merengue, somos productores y arreglistas, hemos tenido orquestas desde épocas en que se usaban equipos análogos y pasamos a lo digital y de los grandes estudios a los pequeños”, destacó.

Dioni, líder de El Equipo, aclaró que la industria del entretenimiento tiene problemas en el mundo entero. “Se alude que las ventas son flojas, pero en Brasil hay quejas de los músicos también, en la actualidad ya hemos pasado de lo análogo a lo digital, cualquier estudio antes tenía que acoger al músico, ahora hay ‘home studios’. Hoy no tenemos disqueras, el artista tiene que vender su propio trabajo. Todo ha cambiado”.

¿La fiebre, está en la sabana?

El merenguero Héctor Acosta, promotor del Foro Encuentro de Merengueros dijo que continuará haciendo merengue en la línea de los 80, pero adaptado a la corriente de hoy. “Debemos adaptarnos a la situación del mundo, coincidir en que las cosas ya no son como antes, debe prevalecer la unidad ante todo, sin eso no sacaremos provecho a esta reunión”, dijo El Torito.

Consideró que a pesar de como está la economía del país los dominicanos quieren bailar su música, “pero cuando un cliente llama y le dicen los precios de entre 300 y 400 mil pesos, a los que yo también me sumo, se debe negociar. No tiene que ver con crisis del merengue, es que la gente no puede pagar mil pesos para ir a ver ese talento, no tiremos el trabajo por la borda. Esta reunión debe expandirse más, con los dueños de bares y discotecas y directores de emisoras, la difusión es algo vital para el género”.

Eddy Herrera señaló que hay una juventud que siente que el merengue es bueno, pero “esos jóvenes nos ven como un don o un señor. No podemos tratar nuestro género como se hacía hace 10 años, hay que actualizarlo. Falta que cada artista grabe cada año dos canciones y se haga un vídeo a esas canciones, si cada artista lo hace hoy día estaríamos hablando diferente. Vivimos y dependemos del merengue”.

Pedro Núñez del Risco, representante de Milly Quezada, descartó que el merengue esté en crisis, sino que quienes viven de la industria “no nos hemos puesto de acuerdo, los boricuas sí”. Reveló que le planteó cuatro puntos al presidente Leonel Fernández Reyna para la permanencia del merengue: 1.- Garantía para la difusión de la música dominicana en la radio. 2.- La presentación del proyecto de una orquesta All Star de merengue, para pasear la música dominicana por el mundo, como el ministerio de Turismo lo hizo con el grupo Aventura. 3.- Crear condiciones para mantener el género ya que en el país hay pocos pueblos que pueden llevar a un Eddy Herrera o un Torito para sus patronales. 4.- Proponer una plaza del merengue para que semanalmente haya una orquesta tocando.

El joven empresario artístico Ramsés Peralta coincide en que la industria está en crisis, y en esto influyen los precios de las actividades, la falta de apoyo de las empresas de bebidas, los impuestos del ayuntamiento y Sgacedom. “También hay que sumar un porcentaje excesivo por publicidad. El costo de promoción depende de la magnitud del evento”.

De su lado, Sergio Vargas asegura que el merengue no está en crisis, “son los merengueros, el merengue es una fuente inmensa de trabajo, los que piden en el semáforo están organizados, hay muchos gremios pero los merengueros no tienen uno. Recomiendo que seamos autocríticos, que podamos resolver esto. Los artistas y los músicos están pasando hambre. En Puerto Rico los artistas son parte del orgullo artístico. Dejemos esto abierto para ser más críticos. Se habla de las tarifas, ¿Ajá? ¿Y la crisis no nos toca? ¿A los dueños de los colegios quién los controla? Debe surgir un documento que lo firmaremos entre todos y pedir a la población que nos apoye para que los gobiernos apoyen a los artistas”.

El periodista Alexis Beltré fue más crítico al asegurar “dicen que no hay crisis del merengue, pero lo que hemos notado hoy es que aquí lo que hay es una crisis de relaciones humanas, hay gente que vino porque saben que la prensa venía, los merengueros son ambiciosos, hace falta que el ego no nos ocupe”.

Rene Solís, manager de Los Hermanos Rosario, solicitó una segunda reunión para realizar sesiones de trabajo. “Nos hemos reunido varias veces, se han hecho varios intentos, pero nos quedamos en los enunciados, hay que hacer sesiones de trabajo para producir un documento que luego hagamos llegar a la prensa”.

En ese sentido, el periodista José Tejada Gómez no estuvo de acuerdo en que los merengueros se reúnan a puertas cerradas a debatir una problemática que afecta a la industria en sentido general. “La prensa hace su aporte en el éxito o fracaso del merengue, hemos hecho eventos para reunir a los artistas, como premios Casandra y todos sabemos lo que se torna la realización de la premiación. Se torna difícil cuando un artista pregunta quién compartirá escenario con el y si no le gusta la pone en la China. Métanse algo en la cabeza, la época dorada del merengue no volverá nunca”. Esto, es solo el comienzo...

Ventorrillos en el merengue

La voz más alta del merengue, Rubby Pérez, dijo que “a veces somos irracionales y no aceptamos la opinión de otro, aunque vaya en perjuicio nuestro. No tenemos unión, el merengue no está en crisis, es el negocio que está en crisis. Antes había intención de trabajar y no había tantos ventorrillos, hay muchos que estamos dispuestos, debemos juntarnos todos a buscar soluciones. Bienvenido Rodríguez hoy en día es millonario gracias al merengue y su emisora no toca merengue, el señor Juan Luis Guerra no pone merengue en su emisora, hay que crear un proyecto de ley para proteger el género”.

El país está en crisis

“El respeto de China hacia las personas mayores la hace grande, tengo 41 años en el mundo artístico, señores la crisis no es del merengue, es del país que está en crisis, hay que despertar, por Dios”.

Símbolo de dominicanidad

“Cuando hicimos el proyecto ‘Que Viva el Merengue’ en el 2005 se hablaba de crisis, pero después de siete años vuelve a hablarse de lo mismo. Todos somos merengue, el merengue es símbolo de dominicanidad. Hay que asignarle apoyo del Estado para que se lleve a cabo una acción que no desfallezca, estamos luchando, pero no hay un gremio compactado”.