República Dominicana

El país de las maravillas

Duele reconocerlo, sobre todo cuando se ama tanto al terruño que, vayamos donde vayamos, siempre nos pertenecerá, pero todo parece indicar que nuestro país va por un derrotero insalvable, donde no nos queda nada más que resignarnos o echar vuelo fuera de él en busca de una sociedad donde se nos respete y sobre todo la justicia no sea lujo para unos pocos.

Porque no es posible que como ciudadanos con derecho a todas las prerrogativas que nos confiere la Constitución de la República sigamos viviendo en un país de ciegos donde el tuerto es el rey, en un país donde la Justicia tiene los ojos vendados para unos y bien abiertos para otros.

Dígame usted cómo se sentiría si se enterara que la compañía de cable le está robando el servicio.

Así como lo está leyendo. La nueva "modalidad" de las compañías de cable son unos "apagones" que lo dejan sin el servicio durante más de una hora diariamente.

Se podría alegar que se trata de "problemas técnicos", pero no amigo mío. Son apagones diarios que al final de la jornada se lo cobran en la factura y nadie puede alegar nada.

¿Cómo se llama eso?

He recibido quejas de abonados y yo la sufro también. Nadie puede alegar que son averías. ¡Son apagones! Y ninguna autoridad dice nada.

En lo que a mi respecta, que tengo Aster, pediré una revisión al Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) para que se investigue este abuso.