Estoy con la crítica

Testigo

José Antonio Aybar F. 

aybarjo@gmail.com /@testigo

Siempre he sido receptivo a las críticas, buenas y “malas”. Tomar y dejar es la mecánica. Los años aportan experiencias para conocer la intención de la crítica. Si es para corregir, bienvenidas sean, si es con la intención de desquite, venganza, dolor o despecho, al zafacón.

Pasado el premio Soberano 2015, el segundo y último que nos tocó trabajar, como presidente de Acroarte, junto a CND y René Brea, hemos leído y escuchado, con detenimiento, las críticas, y hemos valorado en su justa dimensión las pocas que se han hecho a la producción musical. A la entrega solo ha criticado, muy interesadamente, un artista.

Esas, las del pataleo, las aceptamos para aprender de lo cambiante que es el ego de una figura que ha recibido todo de Acroarte, y me atrevo a escribir aquí, como el periodista y el crítico, más de lo que se ha merecido. Hemos visto cómo una joven “comentarista” de farándula “acaba” con todo, para ella nada sirvió, porque no se le consiguió una boleta.

En ese tenor, escuchamos en un programa de radio a un co conductor de televisión acabar con la premiación porque desde hace años cabildea la conducción del Soberano, para lo que ha utilizado todas las intancias, en un lobismo y laborantismo épico. Otro conductor de un programa radial acaba con el premio porque “nunca René me ha puesto a picar, ni en la alfombra, ni en los camerinos”.

Y así, hasta leemos en facebook a un “cronista” que nunca ha dado un paso en beneficio de la institución en Nueva York, decir que tiene los numeritos de “rechazo al premio” de un levantamiento de CND, que solo está en la madeja de maldad, envidia y rencor, que entumecen su cabeza, por el hecho de pretender que la institución le comprara un pasaje para estar en el premio.

Y así pasamos a una conductora de televisión que también se considera con los méritos suficientes para conducir el soberano, y claro que lo merece, pero no cuando ella decida, es cuando aparezca en las encuestas previas que se realizan y el pueblo sea quien la pida.

Y en este teje y maneje nos sentimos complacidos, seguros de que hemos entregado el mejor Soberano. Las críticas aportan, las mal intencionadas, las que vienen revestidas de maledicencia, esas se las pueden guardar sus protagonistas, porque solo a ellos servirán para continuar regodeándose en su veneno. Gracias, a todos, porque de todos aprendimos.