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República Dominicana, terreno fértil para los casinos
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Investigadores de Canadá y RD analizan posibles vínculos de la empresa con redes
Santo Domingo. El escándalo involucra a uno de los más destacados inversionistas y filántropos de Canadá con figuras de la mafia siciliana y al menos un sicario internacional. El escenario: República Dominicana, terreno fértil para el establecimiento de casinos y bancas de apuestas.
El hilo conductor son los casinos Dream, según revelaron en detalle ótras un año de investigacionesó los medios canadienses CBC y el Globe and Mail. La nueva “Las Vegas” en el Caribe, el sueño de los hermanos Francesco y Antonio Carbone, creadores de un sistema de apuestas computarizado que motivó al multimillonario Michael DeGroote a invertir US$112 millones entre 2010 y 2014, pronto se convertiría en una pesadilla legal.
Autoridades dominicanas investigan, en coordinación con sus contrapartes de Canadá, una red mafiosa internacional que habría utilizado los casinos Dream y una cadena de alrededor de 1,000 bancas de apuestas para sus operaciones. Según la página web de la Dirección de Casinos y Juegos de Azar del ministerio de Hacienda dominicano, la Dream Casinos Corporation, S.R.L y su responsable, Andrew Michael Pajak, manejan en seis provincias del país 11 casinos.
Cierre de cuentas
La alerta se desató en 2012 cuando, según reportes de prensa, la Superintendencia de Bancos en el país solicitó a la banca local reportar transacciones sospechosas efectuadas por uno de los inversionistas de Canadá. El cierre de las cuentas de la corporación Dream en el Banco Popular y la subsecuente demanda por parte del presidente de la corporación Dream, Andrew Michel Pajak, contra el banco, puso en la mira del ministerio público al conglomerado dedicado a los juegos de azar. Las autoridades dominicanas, ante lo complejo del entramado de negocios, decidieron solicitar apoyo a sus homólogos canadieneses (policía, fiscales), cooperación que aún se mantiene pues el caso no ha concluido.
Inversiones millonarias, acusaciones de fraude y presencia de la mafia se entremezclan en una historia que, según los citados medios canadienses, se inicia en 2010 cuando el multimillonario Michael DeGroote se encuentra en un evento social con su amigo de cuatro décadas Andrew Michel Pajak. Interesado siempre en nuevas inversiones, DeGroote es atraído por una nueva plataforma de apuestas desarrollada por los hermanos Francesco y Antonio Carbone. La inversión inicial, de US$5 millones, serviría para un casino en Jamaica.
Pero es para las operaciones en República Dominicana donde DeGroote desembolsa entre 2010 y 2014 más de US$100 millones para la compra de una docena de casinos y lo que las autoridades dominicanas estiman en más de 1,000 bancas de apuestas, algunas adquiridas en operaciones sospechosas de lavado de activos de manos de personas vinculadas a actividades delictivas, según los reportes de CBC y el Globe and Mail. El esquema de negocios mantenía a DeGroote como inversionista, mientras lo alejaba de la propiedad de una empresa de apuestas. Las caras del negocio eran Pajak y los hermanos Carbone. Esa sociedad comenzaría pronto a resquebrajarse.
Los hermanos Carbone, gerentes de la corporación, siempre según la investigación de los medios canadienses, comenzaron a fallar en los pagos por ganancias a DeGroote en 2011, posponiendo en múltiples ocasiones la rendición de cuentas. Para 2012, el inversionista involucró a PricewaterhouseCoopers y a sus abogados en la solicitud de una auditoría a los libros de la corporación Dream. Ante la falta de respuestas, DeGroote terminó por demandar a Pajak y a los Carbone.
Según fuentes de los medios que investigaron durante un año el caso, los Carbone habían estado presos por tenencia ilegal de armas y a Pajek, aunque nunca había sido procesado, se le vinculaba desde la policía con personajes de la mafia.
Sicarios y mafia italiana
Es en 2013 cuando lo que parecía una historia meramente económica se torna lúgubre. El abogado Peter Shoniker, condenado a 15 meses por lavar US$700,000 y aceptar US$50,000 como pago en 2006, se vincula a Dream a través de DeGroote, a quien advierte de lo que, estima, es un fraude en curso por parte de los hermanos Carbone, a quienes acusa de no estar reportando las ganancias obtenidas en República Dominicana por los casinos.
Aparecen en escena dos personajes que dan a la historia, siempre según el informe que causa escándalo en Canadá, un giro inesperado: Sasha Visser y Vito Rizzuto. El primero, con un largo prontuario de más de 40 cargos criminales y varias identidades, y el segundo, el jefe de la mafia siciliana en Canadá, fallecido de cáncer del pulmón en diciembre 2013, dos días antes de Navidad en el momento en que, según los medios investigadores, trataba de hacerse con los casinos Dream para lavar dinero de sus actividades criminales.
El mismo día de su muerte, en República Dominicana, la jueza Margarita Cristo Cristo imponía medidas de coerción consistentes en un mes de prisión preventiva contra 21 de 23 acusadas de asaltar el edificio corporativo del Consorcio Dream Sports, en la avenida Los Próceres.
La participación del padrino siciliano Rizzuto en la disputa por los casinos Dream no está clara. Rizzuto, según la investigación periodística, era una ficha conocida en República Dominicana, donde desde hacía años mantenía al menos una residencia de lujo. Es con Visser con quien se le ve en 2013 en uno de los casinos de Punta Cana, y los hermanos Carbone lo acusan de querer forzarlos a lavar dinero a través de los casinos.
A Visser ñtambién conocido como Pavle Kolic en un pasaporte croata; Sasha Vujacic en uno canadiense y Zeljko Zderic en uno bosnio, se le coloca junto a DeGroot en Canadá y luego en República Dominicana como empleado de Dream donde, según la investigación habría venido a “deshacerse” de los hermanos Carbone. El relato de CNC y Globe and Mail lo presenta como un sicario descarnado, que graba conversaciones y negociaciones con las partes óylos Carbone, Pajak y DeGrooteóy ofrece sus servicios criminales al mejor postor. Está prófugo en este momento.
La batalla legal entre las partes continua. Los hermanos Carbone y Pajak, por la propiedad de la compañía, DeGroote tras sus fondos perdidos. En igual situación se encuentran las investigaciones en torno a este caso que sacude a Canadá y afecta a la República Dominicana. (María Isabel Soldevila/Listín Diario).