El río Masacre, entre Haití y República Dominicana. |
DAJABÓN. Miles de indocumentados procedentes de Haití están llegando en oleadas al territorio nacional junto a familiares y cargando sus ajuares, con el objetivo de ser incluidos en el plan de Regularización de Extranjeros que inició el Gobierno el 2 de junio de este año.
Tal situación pone en peligro la integridad territorial de la República Dominicana, un derecho internacional inalienable que faculta a los Estados a preservar sus fronteras de influencias extranjeras.
Los ilegales haitianos llegan a República Dominicana de noche y de madrugada, por 12 lugares ubicados entre Montecristi y Dajabón y entre Dajabón y Restauración, según fuentes de inteligencia y moradores de esta ciudad.
Las familias haitianas llegan hasta con sus camas, muebles, prendas de vestir y hasta con gallos de peleas, por Sanché, La Vigía, Cañongo, Don Miguel, La Peñita, Santa María, La Piña, Colonia Libertadores, La Paloma, Vara de Vaca y por otros puntos de Sabana Larga y Villa de Los Almácigos.
Numerosos dominicanos expertos en guiar a los haitianos cobran desde dos hasta quince mil pesos para llevarlos en camiones a lugares seguros de Mao, Esperanza, Santiago, Licey Al Medio, Moca, Puerto Plata y en otros casos a Bonao, Villa Altagracia, y Santo Domingo.
Periodistas de El Nacional trataron de obtener información en el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), pero allí dijeron que no daban informaciones por teléfono y cuando se acudió en forma personal dijeron que no tenían esos datos a mano.
El grito al cielo. La gobernadora provincial Ramona Rodríguez Quezada clamó porque se tomen medidas urgentemente para detener la oleada de inmigrantes extranjeros indocumentados que se ha desatado en los últimos meses. (Ruddy Germán Pérez/elnacional.com.do)