Santiago de Chile. EFE. El cantante Julio Iglesias, que se dio a conocer en América en el chileno Festival de la Canción de Viña del Mar, a finales de los sesenta, dice que no le gustaría volver.
"Me han invitado (al Festival) en los últimos quince años, pero no tengo esa curiosidad. Me han ofrecido muchísimo dinero, pero el dinero para mí ya no es válido", dijo el intérprete de "La vida sigue igual" en una entrevista con el diario El Mercurio.
Iglesias, quien dijo que no ha visto nada de la última edición del Festival, aseguró: "el sabor de Viña ya lo tengo en mi alma, en mi corazón. ¿Para qué despertar otros sabores, que a lo mejor ya no serían iguales".
El cantante, para quien todos los artistas son "mentirosos" porque se intentan engañar a si mismos, indicó que la realidad es "cruel" y que sólo teme a convertirse "en una caricatura de lo que fue".
"Ahora soy muchísimo más sobrio (...). Mi propósito es crecer como el público quiere que lo haga", tal como a su juicio lo hicieron cantantes como Charles Aznavour, Tony Bennett, Roberto Carlos y Mick Jagger, que "son tipos que están de pie, son genios", señaló Iglesias, de 68 años.
Iglesias dice que "1", su último disco, lo grabó para rectificar lo que pensaba que podía rectificar y el resultado ha sido fantástico», como lo demuestran las ventas por lo que no cree que se haya equivocado.
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