José Antonio Aybar F.
(aybarjo@gmail.com)
“Error funesto es decir que hay que comprender la música para gozar de ella. La música no se hace, ni debe jamás hacerse para que se comprenda, sino para que se sienta”. (Manuel de Falla).
Rubby Pérez, Milly Quezada, Miriam Cruz, Sergio Vargas, Los Hermanos Rosario, Eddy Herrera y Rafely son ejemplos de que el buen merengue va recuperando un nicho ya saturado por la estridencia, ausencia de letra y pobreza musical del merengue “callejero”, de “mambo”, o como quieran llamarle los “analistas” más enjundiosos del merengue “de hoy”.
El llamado que por mucho tiempo se le hizo a los “líderes” del merengue callejero, de que mejoraran su oferta, cayó en sacó roto y hoy son contados, sin lugar a equivocaciones, los exponentes de esa variante que mantienen vigencia.
A excepción de Toño Rosario, quien pertenece al grupo mencionado más arriba y aun así se mantiene con merengues cuyas letras se acercan más al “callejero”, no hay mas exponentes de esa línea con pegada en la radio.
El público está demandando calidad y en ese sentido las emisoras están replanteando más horas para el merengue tradicional, de ahí el apoyo recibido por Miriam, quien luego del éxito “Cosas de él” lanza a la radio “Es necesario” y así escucharmos temas bien elaborados como “Te solté”, lo nuevo de Sergio; Rubby (Contigo en la cabeza), Rafely (Cómo te atreves), Los Hermanos Rosario (Esa muchacha), Eddy Herrera (Vida loca), Milly con Juan Luis Guerra (Toma mi vida).
Canciones bien tratadas, con arreglos modernos, buenas interpretaciones y el sello particular de cada uno de sus exponnentes.
Contrario a las voces agoreras, el merengue tracional, romántico, bien hecho, retoma el camino y encuentra el apoyo de la radio, de los musicalizadores y del público que exige cada día más una oferta de calidad y que no ofenda su inteligencia.
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