Murió un héroe de mi adolescencia

En mis correrías por el ensanche Ozama, siendo un adolescente, emulando a uno de los corredores de motocicletas más importantes del mundo, discutía de cuando en vez con mis amigos de entonces, porque para mí no había otro más grande que él. La noticia de que Evel Knievel falleció me dio, me tocó. Es como cuando se va un ser querido que formó parte de casi toda una vida a nuestro entorno. Durante tres décadas fue ídolo de varias generaciones. Durante los años 60, 70 y principios de los 80, fue rey de las pistas. Evel murió a los 69 años de edad, por problemas de salud, en los que la diabetes y una fibriosis pulmonar terminaron con su vida. Sus temerarias piruetas sorprendieron al mundo, sobre todo cuando cuando intentó cruzar el Cañón del río Snake, en Idaho y cuando saltaba con su motocicleta filas de autos o buses en playas de estacionamiento. En 1980 se interpretó a sí mismo en un episodio de la famosa película "La mujer biónica", en el que compartió papeles estelares con Lindsay Wagner, protagonista de la serie. Se recuerda con estupor cuando intentó saltar sobre las fuentes del casino Caesars Palace en Las Vegas, al accidentarse y permanecer en coma durante 29 días. Evel fue ídolo de muchos dominicanos que seguían sus azañas a través de algunas informaciones llegadas por las hondas de radio internacionales y la televisión. Visitó la República Dominicana a finales de los 70.