¡Otra demanda! Empresario dice Anthony Santos burla justicia Por Susana Veras SANTIAGO.- El bachatero Anthony Santos está evadiendo y burlándose de la Justicia de Santiago, según la apreciación del programador de radio Aurelio Muñoz (Fellé) quien tiene interpuesta una demanda "por trabajo pago y no realizado" en contra del artista nativo de Las Clavellinas. Esta no es la única ni la primera demanda que "El Bachatú" tiene. Actualmente comparece ante los tribunales de Mao, Valverde, para dar explicación ante un supuesto contrato que firmó un amigo sin su autorización. Las declaraciones de Fellé detallan que el pasado 28 de febrero, "El Mayimbe de la Bachata" debía comparecer ante la Segunda Cámara Penal del Juzgado de la Primera Instancia del Distrito Judicial de Santiago para atender y responder por su caso, y en su lugar fue enviada una copia de un certificado médico, firmado por el doctor Alejandro Toribio, del Centro de Especialidades de las Matas de Santa Cruz, indicando el ingreso del paciente "con presencia de fiebre con gastroenteritis por salmonelosis al ingerir alimentos contaminados". Anthony Santos acudió a su cita en Valverde, pero no a la Santiago, "y esto es una burla a la Justicia de aquí", dijo el demandante.

La demanda de Aurelio Muñoz viene desarrollándose desde hace tres años, tras el pago de Fellé de un adelanto de 85 mil pesos para que el artista amenizara una fiesta en la discoteca "Vista del Yaque" en el municipio de Jarabacoa en el año 2004, compromiso que Anthony Santos nunca cumplió, pero del que tampoco devolvió el dinero a Muñoz, conocido por su trabajo como director y programador de varias estaciones de radio de esta ciudad. Fellé recientemente laboró como director de la emisora Clave, trabajo que concluyó hace una semana. La demanda para Anthony Santos y/o Ingra Visión, una empresa propiedad de él, es de dos millones de pesos y la jueza encargada es Acassia Reyes Castillo. El abogado del caso es Dionisio Rosa. Según Fellé en estos tres años Anthony Santos nunca ha dado la cara, ni ha atendido a ninguno de los requerimientos y para el joven programador, es un proceso difícil que tiene implicaciones en la vida personal y profesional. Más esta tarde en www.elnacional.com.do